El ruido se mudó de casa. La única habitación que contiene la casa, luce vacía en apariencia. El vacío tiene un peso específico y un volumen. Se rumora que por la noche es ocupado por fantasmas. Con ocupas nocturnos que cuando sale el sol se largan.
Por alguna razón he llegado aquí como a la vida, en busca de una casa de renta, un sitio donde guarecerme de las inclemencias del tiempo, preparar con privacidad mi comida y echarme un baño. No traje traje, como quien dice. Ni muebles, ni siquiera una piedra para sentarme. Parezco un fantasma y quizás lo soy ahora que no importa.
¿A partir de aquí qué hago? En este silencio se encuentra la orilla del mundo y también un principio a lo desconocido que sin duda al dar la vuelta culminará en el fin del mundo comoquiera.
Con las ventanas cerradas el vacío es todavía más espeso. Pero aquí pasaron los vientos y tuvieron que partir, unos al norte y otros al sur llevando ligeras lluvias, llevándose noviembre. Quiero creer esto ahora que me siento solo. Me pregunto cuántas soledades hubo aquí también. Prefiero creer que existo aunque si me pellizcara para comprobarlo no tendría caso si nadie me validara, nadie diría : ¡ya te vi, no te escondas! Sin embargo estoy aquí, con esto y lo otro.
Las viejas conversaciones se fueron con anteriores inquilinos, también los temas más recientes y las sin razones. Se ignoran los motivos, las palabras, los nombres de las personas, los vicios, los traumas, se ignora todo.
Alguien llama. No es nadie, es mi imaginación. Tampoco entran llamadas al móvil. El vacío se apropió de donde estaban los estantes, la cama, la creatividad y las ausencia que permanecen ahora en este vacío.
Pensar que aquí en este espacio está mi infierno y el paraíso conviviendo en medio del océano, pues ignoro si esta es la cabina sin timón de un barco o si estoy a la intemperie de un desierto. A lo mejor siempre he estado aquí y afuera es el más allá, la gloria o el infierno, tengo esa duda de muchacho.
Si me asomo afuera, sabré si es de día o de noche, si estoy dando la vuelta al mundo o detenido e ingrávido. Quizás estoy debajo de la cama durmiendo. Aquí hay paz y tranquilidad, pero si me asomo sabré si ya comenzó la guerra o los aplacaron.
Adentro de esta caja de zapatos, soy un tigre en su jaula que a falta de espejo se cree un ser humano. Todo es posible donde nada es posible, el panorama se amplía en la milimétrica perspectiva, estoy en una isla remota, no hay gente a kilómetros a la redonda o el mundo sigue aquí adentro y soy el único que no lo veo.
Pienso en leer, escribir, pintar y dibujar, hacer lo que antes hacía como si de ello dependiera mi vida, pero nada hay. Mi mente da paso al extraño presente y comienza a buscar los recursos necesarios para sobrevivir: usted sabe, un poco de agua, pues no tarda en llegar la sed; ocupo comida, por supuesto, y una cobija por si de un momento a otro hace frío. Pero el vacío luce agresivo si lo pienso con toda la fuerza de las ausencias, aunque me voy acostumbrando al vacío y al silencio.
Estoy en el hueco de mi mano, puedo oler la piel sobre mis huesos, mi nueva situación comienza por reconocer mi cuerpo y mis orificios, palpito. Logro palpar los sitios donde estuve hace un momento, me golpeo con el movimiento de hace rato, elijo por instantes quedarme quieto.
En las venas circula la vida de costumbre, el cerebro piensa en lo que no mira, en lo que vio, procastina con la posibilidad de otro día maravilloso después de este. Yo digo que como un sueño borgiano despertaré pronto, pero no estoy seguro de eso. Nadie me vio dormido, aunque tampoco me han visto despierto adentro de este cuarto vacío.
Miles de años después por decir algo que realmente exista, lo vi llegar. Dus pasos eran los mismos, aunque la ciudad era otra. Me confundí con ls vidriera gruesa y resistente de la Biblioteca. Vi que empujó el letrero donde la puerta decía empuje y esta sedia amablemente. Cuando lo vi hsbrian pasado los años no se cuantos. No sé di era el o yo que en el reflejo del vidrio ahora entraba a este templo del silencio de la lectura. Ojalá y así sea.
TENGO OTROS DATOS
ENTREGA GOBERNADOR DE TAMAULIPAS AMÉRICO VILLARREAL ANAYA 500 EQUIPOS DE CÓMPUTO PARA ALUMNOS Y DOCENTES DE LA UAT
En un hecho sin precedentes el gobernador de Tamaulipas Américo Villarreal Anaya en presencia del Rector de la universidad Autónoma de Tamaulipas, Dámaso Anaya, hizo entrega de 5000 equipos portátiles de computo para docentes y alumnos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
En el marco de un encuentro con alumnos, funcionarios y docentes de la UAT, el gobernador destacó el esfuerzo de esta entrega que concurre con el propósito de la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo para mejorar la Educación y apoyar a 300 mil alumnos con educación gratuita
En Tamaulipas la educación se transforma con hechos tangibles y beneficios para las y los tamaulipecos.
HASTA LUEGO