Ante la sequía reincidente y ya casi permanente, este año 2013 y las secuelas del pasado 2012, han provocado entre otros problemas, la escasez de agua para la población ciudadana, la falta de agua para la agricultura y ganadería, y lamentablemente, incendios forestales.

Tan solo en estos primeros tres meses ya se han registrado nueve siniestros que han destruido 430 hectáreas, contra los 12 casos sucedidos en el 2012 y que solo “devoraron” 205 hectáreas.

Según informes de la Comisión Nacional Forestal en Tamaulipas (Conafor), de los nueve incendios ocurridos en el presente año, tres se registraron en Victoria, dos en Jaumave, dos en Palmillas, uno en Casas y otro en Gómez Farías.

Actualmente están activos tres incendios surgidos el pasado 17 de marzo a causa de una tormenta eléctrica. Uno se localiza en el ejido San Ramón del municipio de Jaumave, que está consumiendo seis hectáreas de bosque; otro se ubica en el ejido Alta Cima del municipio de Gómez Farías, en una extensión de cinco hectáreas.

El tercer siniestro ocurre en una superficie de diez hectáreas en el nuevo centro de población Francisco Villa del municipio de Victoria. En ningún caso el fuego representa un riesgo para asentamientos humanos.

El Ing. Carlos Argueta, encargado del despacho de la Conafor, dijo que el Ejército Mexicano se sumó desde ayer a las tareas de sofocación del incendio que consume parte de la sierra de Ciudad Victoria, y se analiza la posibilidad de solicitar apoyo a entidades vecinas como Nuevo León.

Informó que en total suman 139 personas, entre voluntarios, militares, personal del Gobierno del Estado y los municipios, los que combaten los tres incendios forestales. Tan solo en el de Ciudad Victoria hay 50 personas tratando de evitar el avance del fuego.

La gran diferencia se dio recientemente, entre el incendio presentado en la Presa de la Boca, en el municipio de Santiago Nuevo León, dada la gran cobertura que se dio en los medios, principalmente la Televisión, los tamaulipecos fuimos testigos de las acciones emprendidas de tipo terminal y preventivas.

Localizamos al menos 4 helicópteros respaldando a un equipo de no menos de 200 voluntarios, ejército y protección civil de Nuevo león. Incluso atestiguamos que un helicóptero de Tamaulipas se sumó a la atención del siniestro.

Ahora tratándose nada menos de la capital de Tamaulipas, la sierra que circunvecina nuestra ciudad, no vemos ese tipo de cobertura de medios y de atención, que sui presenciamos en el caso de la Boca.

Entendemos por ello, que nuestras autoridades debieran atender con mayor atingencia este tipo de externalidades, más si se trata de las cifras duras que cite al principio de esta nota. Esto es, en el 2013 se viene un año difícil en cuanto a incendios forestales se trata.

Ya escuchamos decir al director de Protección Civil del Estado, que las condiciones del terreno por su ubicación geográfica, son de sumo de alto grado de dificultad, pero el siniestro amenaza por acercarse a las zonas urbanas, en cuanto a contaminación de humo y aire, pero sobre todo afecta las condiciones del ecosistema, que tienen un alto costo para los pulmones vegetales de nuestra capital.

Las organizaciones ecológicas y la sociedad civil estamos prestos a la invitación oficial de sumarnos a este gran esfuerzo que reta a los victorenses y tamaulipecos por cuidar nuestro entorno.

Ahora ya nos rebasó la sequía, por ello nos sumamos a los llamados del gobierno a responsabilizarnos por una “cultura de agua” y su conservación, así como una “cultura de prevención” de los incendios.

El presidente de la comisión de Desarrollo Rural del Cabildo, José Ángel Lara, indicó el pasado martes que “…las condiciones de sequía que ya se están presentando en la zona centro del Estado son propicias y favorables para la generación de más incendios en esas zonas de ciudad Victoria.

Ante ello, recomendó a los habitantes de los ejidos El Huizachal, Altas Cumbres, Libertad, Rancho Nuevo, Santa Anna, Fuerte de Portes Gil, Loma Alta y Boca de Juan Capitán, a extremar las medidas necesarias para evitar que se presenten este tipo de contingencias.

Al mismo tiempo se instruyó a los comisariados ejidales para que permanezcan a la expectativa y extremen precauciones por si se extiende el incendio que se generó a partir del pasado sábado 17 de marzo. «Es en estos ejidos que tienen más proporción de hectáreas de sierra en donde las condiciones actuales son propicias para que se presenten incendios», señaló.

Ángel Lara refirió que ejidatarios del sector están ofreciendo su apoyo a las autoridades de Protección Civil y Bomberos para combatir este incendio. «Los habitantes de las comunidades cercanas apoyan a Protección Civil guiándolos, orientándolos sobre cómo llegar por medio de brechas o veredas y así puedan desplazarse más rápido, pero ellos no intervienen en el combate al incendio por razones de seguridad», apuntó…”

Por estas manifestaciones ciudadanas, es cuando notamos que será a partir de ahora, que las comunidades deberemos crear “redes sociales comunitarias”, para prevenir junto a nuestras autoridades estos lamentables acontecimientos reincidentes por la sequía que agobia a Tamaulipas, es tiempo para crear conciencias civiles y colectivas, para que nuestras familias no suframos de los estragos del calor, sequía e incendios que veremos al menos en los próximos seis meses más.

La perforación de nuevos pozos para extraer agua potable para la población se convierte cada día en más cara e inviable, ante la seca de los mantos freáticos, las lluvias amenazan en no presentarse, el nuevo acueducto Vicente Guerrero tardará al menos dos años en terminarse.

Por todo esto, se requieren más acciones preventivas de ahorro y conservación de agua, así como la implementación de uso y aprovechamiento del agua de lluvia, de acuerdo a mi última colaboración editorial, con técnicos especialistas del Colegio de Posgraduados (Colpos).