Estamos a 9 de julio de 2013, las elecciones ya quedaron atrás, a reserva de que se hagan oficiales los ganadores a las alcaldías y diputaciones y se resuelva una que otra impugnación, de esas que nunca proceden.
Hace dos semanas, el Presidente Peña Nieto, pospuso su gira por Reynosa, argumentando que no quería tener injerencia en los procesos electorales.
Ahora que el proceso electoral está a punto de llegar a su fin, como que ya es hora de que nos visite de una vez por todas, ¿no cree?
Mucho se ha comentado en medios nacionales y sobre todo en los locales, el porqué no ha venido el presidente de los mexicanos a Tamaulipas.
Algunos dicen que en efecto se han atravesado asuntos que han impedido su visita, otros que Peña no nos quiere, e incluso hay quienes dicen que por cuestiones de seguridad.
En tanto sean peras o manzanas, los tamaulipecos seguimos en la orfandad de una visita presidencial. No es que vaya a pasar algo si no viene pronto, pero siempre es positiva la visita de un presidente.
Creo que a todos les conviene, que se despejen las dudas y se borren las especulaciones de el porqué no nos han visitado desde los Pinos. Eso sucederá cuando EPN se digne en venir a visitarnos.
Considero que se aproximan tiempos interesantes, políticamente hablando, de cara a las próximas elecciones federales para senadores y por supuesto con miras al 2016 donde habrá elecciones para gobernador en Tamaulipas.
Ahí la importancia de que el máximo líder priista y Presidente de México, venga al Estado y esté enterado del acontecer diario de los tamaulipecos.
Mientras tanto, ha esperar a Enrique Peña Nieto, haber si ahora no nos sale con que se enfermó su abuelita o algo así. La pregunta sería, ¿Qué pretexto pondrá ahora Peña Nieto para no venir a Tamaulipas?