Los días fueron estos que hoy se marchan y volvieron. Uno nunca sabe. Saber se vuelve un secreto, prestidigitación, hechicería, así como para saber la hora exacta en otro lado del mundo. Nada se sabe de cierto, desde luego.
El día es este momento de acabar un texto y cantar en los bancos de tierra repartida en pedazos de hielo. Los días son hechos que pasan. Accidentes gramaticales en la esquina contra el poste, sol en la pared de enfrente, cruce de bromistas, borrachos, pedigüeños, leguleyos y escupitajos en el pavimento, anilina, alfombra roja de sangre.
Una frase que años después recuerdo, pienso que es nueva y de nuevo la olvido. La vida es la historia de esos días que pasan en su aire de recuerdo, su refrescante memoria que viene por las noches y se asoma al cuerpo.
Los días son horas, segundos, pequeños montículos de tiempo en un libro, desierto, pasto de ovejas y cabras en el agostadero. La vida son días en el cielo azul que pasan por debajo, se alimentan del entorno, de risas y canciones de muchachas.
La noche es agujero, bunker común del fuego discreto, de enemigos sospechosos de un acuerdo. Es una pared chingona la noche escabrosa, tallada en piedra, pegada con agua.
Los días pasan como el cóndor veloz y certero. Sobre todo cae la guillotina sin darnos cuenta y nuestras cabezas ruedan por el mundo inventado que somos, que dijimos, que una vez en tal  o cual día nos conocimos.
Los días son también olvidos completos, fechas borradas en los mapas australes de la masa encefálica, rincón donde espera la otra parte caer sorprendida por un beso, un momento inesperado.
La noche en cambio es eso: gata lujuriosa tallando una pata, mensajeando al diablo.
Entonces recoges las armas y pides volver con los tuyos, pero ya es tarde para el sol y se anuncia la noche en los diarios, en los cables que cruzan las calles, los perros que corren por el balón de un chavo que se la rifó en la cancha, y quieres cruzar ese río imposible de la noche y te quedas.
Los días que pasan se vuelven recuerdos, hilos de alambre, imágenes inmorales, máquinas ruidosas cultivando poemas, quejumbre de mujeres frente al espejo.
El día en su algoritmo de cerebro y la idea elaborada, tienen eso: que llevan su fin cuando se ponen en marcha. La luz es oscuridad al mismo tiempo, no sobrevive una, sí la otra. Muy temprano te das cuenta cuando se juntan ambas y tienes memoria todavía para reconocer la esencia de la casa que se va disolviendo en un hueco.
Hay uno de nosotros en una marcha de inconformes. Habría también dos pesos que no encontramos nunca debajo de una cama de latón y fierro viejo. Un aire, una soledad comprada con dinero ajeno, una mujer simple creando flores de opalina y cera, de nácar almidonado, de estaño y palabras en latín que van dibujadas.
El día pasa comoquiera cuando faltas, cuando nadie puede verte por más que lo desee y se le hinque al mundo, cuando dejas de hacer lo que siempre hiciste, ni saliste a la calle con tus viejos zapatos, con la mirada iluminada por una sonrisa, y el alfabeto en los labios por si una palabra de otros.
Los días entonces comienzan su discurso en los labios de otros, las horas casi al final del texto repite los nombres del inicio. El día vuelve, uno vuelve al recuerdo del olvido . Es lo mismo. Es un letrero pequeño hecho en la entrada que también es salida si la ves por dentro.
TENGO OTROS DATOS
GANAN ESTUDIANTES TAMAULIPECOS TORNEO INTERNACIONAL DE ROBÓTICA
El Gobierno del Estado de Tamaulipas felicita a los estudiantes tamaulipecos por coronarse campeones en el Torneo Internacional de Robótica RECF-STEM 2023, realizada en en la ciudad de Morelia, Michoacán, de la Universidad Tecnológica de Nuevo Laredo, del Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo y de la Universidad Tecnológica de Matamoros.
Nos enorgullece su esfuerzo y dedicación, y de igual manera felicitamos a familia y maestros, por todo el apoyo brindado. Con estos resultados algunos de ellos obtuvieron su pase al Torneo Mundial de Robótica  a celebrarse en Dallas Texas en el 2024.
HASTA LUEGO