La situación política del Secretario General de gobierno, Héctor Joel Villegas González, me recuerda situación similar de Jaime Rodríguez Inurrigarro, a quien desde el primer día de su encargo lo estaban corriendo como SG en tiempos del gobernador MCL.
Y ayer como hoy la metralla es interna; es decir desde algún rincón oscuro de alguna oficina pública envían sus misiles informativos a periodistas que con gusto le dan vuelo: «es inminente que se va el Calabazo y su reemplazo es fulano», acotan con sabiduría.
Sin embargo por hoy parece que resulta falsa de nuevo la versión de su «renuncia» dado el contenido de una entrevista banquetera que se difundió hace unos minutos: «el señor gobernador decide quien y cuando se irá del servicio público; por ahora no he recibido instrucciones en ese sentido», expresó con claridad don Héctor Joel.
En una plática de mesa cafetera a los amigos les manifestamos nuestra incredulidad de que el Secretario General en comento, en éste preciso momento «renunciara» a su cargo por un motivo para nosotros central: pertenece al mismo grupo político que la recién renunciada Secretaria de Finanzas del ejecutivo estatal de Tamaulipas y se vería EXTREMADAMENTE FRONTAL un rompimiento político del gobernador con sus patrocinadores si EN ÉSTE MOMENTO también se va su Secretario General.
Nos parece que cuando menos un par de meses tiene Héctor Joel una relativa paz republicana; la salida de Adriana Lozano Rodríguez como tesorera estatal permite una temporal estabilidad por los motivos antes mencionados: tanto Héctor Joel como Adriana provienen del mismo grupo de poder que los entronizó como servidores públicos de mandos superiores.
Válida o no válida mi especulación una cosa es cierta a plenitud: seguirán los misiles contra Héctor Joel por una razón elemental: su cargo lo desean representantes de enemigos internos de «El Calabazo».
¿Cuánta metralla más podría resistir Héctor Joel?. Por lo pronto está a punto de cumplir tres años y parece que las trancas ha podido brincarlas sin romperse una canilla.
Sus adversarios tendrán que subir la altura de la tranca; analizar a su equipo de trabajo de más confianza y buscar sus debilidades, así como buscar aliados más apropiados para los conflictivos momentos que le esperan a don Héctor Joel.
Hay equipos ÚTILES para ganar una elección y hay equipos ÚTILES para gobernar; no conozco un ciudadano (a) que sea chingón en ambos esquemas de poder.