El médico adscrito a la Unidad de Medicina Familiar 53 del IMSS en Jalisco manifestó que en promedio, la población se lava los dientes una vez al día, cuando lo ideal es tres, es decir, después de cada comida.

Mencionó que la falta de higiene bucal facilita el desarrollo de caries y enfermedad periodontal, las cuales van a generar pérdida de piezas dentales.

Señaló que en el servicio donde se encuentra adscrito, la mayoría de personas que demandan atención estomatológica, llegan con dolor intenso producto de caries muy avanzadas, en las cuales los dientes presentan daños muy profundos, «y es la extracción de la pieza, la única alternativa que se les puede ofrecer».

Comentó que aunque la pérdida de piezas dentales puede ocurrir desde edades tempranas, es a partir de la cuarta década en que la incidencia se dispara debido a que en este periodo las personas suelen padecer enfermedades como diabetes.

Citó, como ejemplo, que la diabetes repercute entre otros efectos en la baja de defensas y esto a su vez provoca que las infecciones en estas personas, se exacerben.

Indicó que otra situación que tiende a facilitar el daño dental es el embarazo o bien la menopausia, «esto debido a los cambios hormonales propios de estas etapas».

Añadió que también el envejecimiento, «por el desgaste natural de estructuras característico de la tercera edad, sin embargo, la falta de higiene bucal es el principal detonante en la pérdida de dientes».

Precisó que los incisivos superiores e inferiores, son las piezas que con mayor frecuencia se caen, debido al sarro, situación que provoca aflojamiento y posteriormente pérdida de las mismas.

Explicó que en los molares tiende a desarrollarse caries que no atendida puede profundizar y traer como consecuencia, la pérdida de la o las piezas.

Afirmó que al margen del mal aseo bucal, las enfermedades bucodentales, incluida por supuesto la caries, pueden contagiarse a través de la saliva, siendo los besos un mecanismo frecuente para que esto ocurra, «de ahí la reiterada recomendación en torno al cepillado dental diario después de cada comida».

Subrayó que existe la idea errónea de que usar grandes cantidades de pasta dental o sentir el aliento fresco es garantía de que la cavidad oral está limpia.

«Sin embargo, es la técnica de cepillado adecuada junto al uso de hilo dental para retirar restos de alimentos de entre los dientes y el enjuague bucal, lo que contribuye de manera más efectiva a mantener boca y piezas dentales sanas».

Resaltó en que el aseo bucal no sólo previene enfermedades y mal aliento, sino que posibilita contar con las piezas dentales hasta edades avanzadas.

«Lo que redunda en una mejor alimentación y hasta en el aspecto estético y de comunicación, porque cuando se pierden piezas dentales, no hay una adecuada masticación, ni una buena pronunciación, además de que la cara tiende a deformarse en mayor o menor grado», concluyó.