Ahora que llega el frío y las bajas temperaturas, hay que recordar que existen personas que son intolerantes al propio frío y que lo pasan realmente mal. Dicha intolerancia puede deberse a diversas patologías bastante serias como pueden ser la anorexia o el sufrir una mala salud. En el siguiente artículo te hablamos de una manera más detallada de lo que significa la intolerancia al frío y de sus posibles causas.

La intolerancia al frío

Dentro del organismo de cualquier persona existen una serie de moduladores que regulan la temperatura interna en el cuerpo. Estos moduladores son el sistema circulatorio, el hipotálamo, la tiroides y la grasa corporal. Si algunos de ellos no funciona como debería, es posible que la persona en cuestión sufra la citada intolerancia al frío. Por tanto hay un problema de salud que se debe solucionar para que la persona deje de ser intolerante a las bajas temperaturas.

Qué causa la intolerancia al frío

Acto seguido te vamos a hablar de las causas por las que los moduladores arriba citados pueden dejar de funcionar de una manera correcta:

La anemia puede ser una de las causas por las que se puede llegar a padecer intolerancia al frío. La falta de hierro incide directamente en algunas zonas del cuerpo, causando la intolerancia a las bajas temperaturas. En tal caso, la persona puede tratar tal problema mediante la ingesta de ciertos alimentos que ayuden a mantener unos niveles óptimos de hierro.

Otra de las causas de sufrir tal patología relativa al frío, se puede deber a la anorexia. La persona que sufre dicha anorexia, deja de comer y su grasa corporal se reduce drásticamente. Ello va a causar que la temperatura interna del cuerpo se vea alterada dando lugar a la intolerancia al frío.

Si la persona sufre de hipotiroidismo es muy probable que llegue a desarrollar una intolerancia al frío. Ello se debe a que la tiroides deja de producir diversas hormonas, que hacen que la persona tenga mucho más frio de lo normal.
Hay otra serie de causas relativas a la intolerancia al frío como es el caso del insomnio, deshidratación o el padecer diferentes problemas de salud.

El diagnóstico de la intolerancia al frío

Si la persona piensa que tiene intolerancia al frío es aconsejable que acuda al médico. A la hora de realizar un diagnóstico correcto el médico le va a hacer al paciente un examen físico además de una anamnesis.

A partir de aquí, el profesional le hará unas preguntas con el fin de saber si dicha intolerancia es algo nuevo o es algo de muchos más años. También se puede llegar a pedir una analítica con el fin de conocer si existe algún problema con la glándula de la tiroides.

Cómo tratar la intolerancia al frío

El tratamiento de la intolerancia al frío va dirigido a solucionar la patología principal que da lugar a tal intolerancia. Cada tratamiento se realiza de manera individualizada, además de dar una serie de pautas a seguir:

Evitar salir a la calle a las horas de más frío del día.

En los meses de invierno es bueno el abrigarse lo mejor posible y con muchas capas.

En las partes del cuerpo más frías es recomendable el aplicar calor mediante mantas u otros medios efectivos.

En definitiva, la intolerancia al frío ayuda a mostrar que la persona en cuestión puede tener un problema de salud importante que se debe tratar. Si se sufre tal intolerancia es bueno el acudir al médico para buscar la causa que provoca que la persona lo pase realmente mal al llegar las bajas temperaturas. A partir de ello, se sigue un tratamiento adecuado que permita a la persona a recuperarse pronto.