Los psicólogos  que realizan la historia clínica de pacientes infantiles con depresión, descubren casi siempre que la madre, el padre o ambos padecen esta enfermedad, indica Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).

Los especialistas saben que “se trata de una conducta aprendida, en casi la mitad de los casos”.

De dónde viene el mal

Hay otros factores de la depresión en niños, como el maltrato físico, pero sobre todo el emocional: “Los papás con depresión suelen estar irritables y agredir a sus hijos de diversas formas. Además tienen una autoestima muy baja y por ello exponen de forma reiterada a los menores a mensajes negativos.

“Entonces los niños, que perciben el mundo con los ojos de sus padres, comienzan a desarrollar desde muy pequeños una visión pesimista del mundo, lo cual puede conllevar a la depresión”, afirma la especialista.

Amenazas terribles

Sotelo Arias dice que los padres con depresión suelen tener adicciones, alcoholismo, drogadicción o padecen conductas compulsivas: Trabajan en exceso o “se tiran a la hamaca de forma permanente”.

CEEPI precisa algunos rasgos depresivos en adultos: actitud pesimista, desinterés, chantajistas con los hijos, pierden oportunidades, no trabajan, toman decisiones erróneas, devalúan o no reconocen los logros de hijos, cónyuges, amistades.

Las características de niños depresivos: ánimo irritable y poco tolerante, pérdida de interés, cambio en hábitos alimenticios, duermen mucho o padecen insomnio, están cansados, desconcentrados y tienen pensamientos suicidas y catastróficos.