La zanahoria es uno de esos alimentos que puedes comer en cualquier momento, sin necesidad de prepararlo y que te dá múltiples propiedades. Además, comer zanahorias en verano te ayudará a mantener un bonito bronceado gracias a sus carotenos.

Los beneficios de comer zanahorias en verano

A parte de ser un alimento ideal para muchas dietas, debido a su bajo aporte calórico y su alto contenido nutricional, estamos ante un alimento cuyas propiedades para la piel lo hace un alimento aún más interesante. Comerla sola para quitarnos el hambre, en ensaladas o como acompañamiento de algunos platos… la zanahoria es bienvenida a nuestra alimentación, sobre todo este verano. Más allá de su riqueza en betacaroteno (que nos ayuda a estar morenos), la zanahoria también provee dosis destacables de minerales como calcio, hierro, potasio, fósforo y otras vitaminas, como las B, C y D. Es un excelente remedio contra la anemia gracias a la cantidad de hierro que posee.

La zanahoria junto al tomate, el pimiento u otras verduras, contienen carotenos, los cuales mejoran el proceso de bronceado natural al estimular la producción de melanina. Con las zanahorias en verano y la absorción de los rayos UV consigues un bronceado más duradero. Dentro de su composición contiene betacarotenos y provitamina A que estimulan la melanina de tu piel haciendo que cojas color.

El consumo regular de zanahorias aumenta también el número de glóbulos rojos y la cifra de hemoglobina en la sangre. Además, por su alto contenido en caroteno, la zanahoria tiene el potencial de prevenir el cáncer. Estudios han demostrado que los riesgos de cáncer en el páncreas de las personas que consumen zanahorias regularmente son mucho menores que en las personas que casi nunca comen este vegetal.