Tras varias visitas a los juzgados, que parecen haberse convertido en la rutina de la controvertida actriz, han trascendido las últimas propuestas de los fiscales: noventa días en un centro de rehabilitación que podrían sustituirse por arresto domiciliario o cárcel.

Según informa el portal de noticias TMZ, la posición de Lohan es muy clara. Ella asegura que no va a pisar un centro de rehabilitación porque no lo necesita. «No estoy enferma ni me tengo que rehabilitar de nada», declaró.

TRATAN DE CONVENCERLA

Pero la actriz también está muy lejos de aceptar un arresto domiciliario porque según afirma, no ha hecho «absolutamente nada».

Fuentes cercanas al proceso han comentado que hay un 75% de posibilidades de que el próximo día 18 de marzo se lleve a cabo el juicio. Si Lohan es considerada culpable tendrá que ingresar en prisión.