Ivonne Montero detalla en exclusiva para BASTA! que no pretende buscar más acercamientos con Fabio Melanitto, padre de su hija, a pesar de que fue ella misma quien le dio varias oportunidades de convivir con la pequeña Antonella.

La actriz hace evidente su molestia, y reconoce que no permitirá que el progenitor de la niña la dañe con su inestabilidad. “No hay papá en realidad, es un imbécil… Eso es lo que es porque hubo el intento de estar presente y de repente desapareció bajo el argumento que tenía que irse a trabajar fuera de México. No tengo ningún problema con que se vaya a la India, si quiere, pero tengo entendido que está en Estados Unidos y parece que se iba a otro planeta, entonces estás o no, porque puedes estar lejos y también presente. Le di la oportunidad y ya no más, porque no voy a arriesgar a mi bebita a que de repente esté y después ya no. No le deseo buena ni mala suerte, me es indiferente”, comenta.

GITANAS

La artista califica su vida y la de la nena como la de unas gitanas, pues debido a que Ivonne es el sustento de ambas, viajan de un lado a otro con varias maletas y hasta el corral donde permanece la menor, mientras ella se encuentra en los ensayos de la obra Cada quien su vida.

ILUSIONADA CON LA SALUD DE SU HIJA

Finalmente, la joven actriz, quien ha formado parte de diversos melodramas, refiere que su primogénita tendrá que ser de nuevo intervenida quirúrgicamente.

Aunque aún le faltan algunos estudios por realizar, podría ser en cualquier momento cuando la niña sea sometida a la mayor de todas las cirugías que ha tenido que pasar. “Ella está muy bien en este momento, no tiene ningún síntoma de peligro. Debo esperar tres o cuatro meses para ingresarla al Instituto de Cardiología para que le hagan un estudio; si su corazoncito está fuerte y creció de una manera acorde con su condición, le harán su cirugía de corazón abierto.

“Si en esta operación queda bien, digamos que nos podemos olvidar de quirófanos y todas estas cosas que me ponen muy mal nada más de pensarlo. Cuando empiezo a pensar en ese tema, se me doblan las piernas y se me viene el cielo encima, obviamente ella no me ve, pero de repente cuando me llega ese pensamiento, sí me dobla. Papá Dios sabe que soy una mujer fuerte y por eso me la mandó, para que esté bien cuidadita. Mis padres, hermana y las madrinas de la nena también son un gran apoyo”, destaca.