(Agencias).-Alejandro Fernández canta al amor porque cree profundamente en él, pero pese a que estuvo casado con América Guinart, madre de tres de sus cinco hijos, no piensa que pasar por el altar sea necesario para consolidar una relación, ya que para él el matrimonio es sólo un paso legal que ni siquiera tiene por qué implicar un vínculo amoroso.

«Creo apasionadamente en el amor, es el motor de nuestra vida. El amor a la pareja, a los hijos, a los padres, a tu profesión, hay muchos tipos de amor. Pero el matrimonio es un trámite entre dos personas y no necesariamente está el amor presente», señaló al periódico La Jornada.

Pese a su fama de mujeriego, el hijo de Vicente Fernández se considera un hombre muy discreto, por lo que asegura que nunca alardearía de sus conquistas.

«¡Uy!, tengo muchas [aventuras eróticas], pero soy un caballero, no me gusta ventilar esas cosas, son privadas y especiales», explicó.

Para el Potrillo la seducción es parte de la vida, por lo que no duda en cuidar cada detalle de su imagen, siendo considerado todo un «metrosexual».

«Cuando me llaman metrosexual lo considero un halago. Creo que debo cuidar mi físico y mi figura por respeto a mi público», aseveró.

Alejandro se siente muy orgulloso de ser mexicano, por lo que no duda en transmitir la mejor imagen de su país cuando sale de sus fronteras.

«A todos nos corresponde mejorar este país en lo que podemos, tanto con nuestra forma de actuar día a día, como en la percepción que damos al estar en el extranjero y en cómo lo representamos. Por mi parte, me siento muy orgulloso de ser mexicano, de cantar música mexicana acompañado de un mariachi y vistiendo un traje de charro», añadió.

ejb