JIMÉNEZ, Tamaulipas.- En las calles los carros son muy pocos, los vecinos se reúnen en la plaza principal del municipio bajo un techado. Los niños se divierten mientras disfrutan de un raspado o juegan al fútbol. El reloj que domina la plaza del poblado marcaba las tres con veinte de la tarde. Se acercaba el gobernador Egidio Torre Cantú.

Frente a esta plaza se yergue una de las construcciones más antiguas de Tamaulipas y referente histórico para el nacimiento del Estado. Se presume que es la obra más importante del virreinato en el siglo XVIII y punto de encuentro político para el pacifismo de los tamaulipecos. Es la casa de Don José de Escandón y Helguera, Conde de Sierra Gorda como también lo nombraban.

Valentín un niño de este municipio comenta que, “me gusta leer en este espacio, las ventanas son grandes y el aire se disfruta con un libro”. El pequeño se sienta sobre el gran marco del ventanal y continúa con su lectura.

Arriba el mandatario estatal a la puerta de esta gran casa, los pobladores a fuertes aplausos lo reciben y él los saluda uno a uno. José Guadalupe Saucedo García,  alcalde de Jiménez, lo esperaba en la mesa principal del recinto y comenta en nombre de los pobladores, “muchas gracias por acompañarnos hoy Sr. Gobernador. Hoy Jiménez está de fiesta, esto es una verbena popular para usted”.

Egidio Torre Cantú acudió a esta localidad con la finalidad de impulsar el desarrollo de un amplio paquete de obras de beneficio social que permita incorporar a cientos de familias. Dentro de las obras públicas que esta administración realiza, en este municipio, se restaura y rehabilita la Casa del Conde de Sierra Gorda.

Con una inversión Federal de 400 mil pesos y 1 millón de pesos de presupuesto Estatal, la rehabilitación de este edificio lo equipará con dos aulas para talleres, el corredor, las escaleras, el acceso principal y la fachada principal para la planta baja. En la planta alta se trabaja sobre un aula y el mismo corredor.

ejb