El Presidente Andrés Manuel López Obrador dedicó esta mañana su frase recurrente, el “tengan para que aprendan”, a los tecnócratas que administraron México durante las últimas tres décadas luego de presumir cifras récord en varias de las distintas variables de la economía del país.

“Aprovecho para recapitular”, dijo. “Récord histórico en remesas, récord histórico en inversión extranjera, récord histórico en incremento del salario mínimo, récord histórico en no evaluación del peso, récord histórico en no incremento de deuda, récord histórico en aumento del índice de la Bolsa de Valores, récord histórico en las reservas del Banco de México. Está como para presumir a los cuatro vientos…”.

Su Gabinete lo interrumpió. El Presidente, sonriente, agregó: “No he terminado porque lo que acabo de escribir es como para decirle a los tecnócratas neoliberales: ‘tengan para que aprendan’”. Siguieron los aplausos.

El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró la mañana de este miércoles que la transformación está en marcha y que “aunque es necesario seguir poniendo al descubierto la gran farsa neoliberal y auspiciando el cambio de mentalidad del pueblo, porque eso es lo más cercano a lo esencial y a lo irreversibles, también estamos desterrando vicios y prácticas deshonestas en el manejo del Gobierno”.

Durante la presentación de su Tercer Informe de Gobierno, destacó que una medida decisiva fue “parar en seco” la tendencia privatizadora, ya que se dejó de entregar concesiones a particulares, minas, agua, hospitales, puertos, vías férreas, playas, reclusorios y obras públicas”. Sin embargo, subrayó que lo más importante fue haber detenido las privatizaciones en el sector energético, en petróleo y electricidad.

“Esta nueva política energética busca producir en México las gasolinas que el país consume y dejar de importarlas, con este fin se continúa destinando recursos para la modernización de las seis refinerías existentes. En tres años, la inversión pública destinada a las refinerías ha sido de 33 mil 581 millones de pesos”, precisó el mandatario.

Asimismo, recordó que cuando llegó al Gobierno estas refinerías estaban en el abandono. “Y la administración anterior había comenzado a vender plantas como las de hidrógeno al interior de sus instalaciones. Al inicio de nuestra administración las refinerías transformaban 511 mil barriles por día y ahora procesan 706 mil barriles diarios; es decir, 38 por ciento más”, señaló.

Frente a los miembros de su Gabinete, López Obrador indicó que en julio de 2022 se terminará la nueva refinería de Dos Bocas, en Tabasco, con capacidad para procesar 340 mil barriles diarios. “Cabe recordar que desde hace 42 años, significativamente desde el periodo neoliberal, no se había construido una nueva refinería en nuestro país. La última fue la de Salina Cruz, Oaxaca, que empezó a operar en 1979”, agregó.

En el marco de sus primeros tres años de Gobierno, mencionó que durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en 1993, “en vez de hacer aquí una nueva refinería se optó para que Pemex se asociara con Shell para compartir la refinería Deer Park de Houston, Texas”. Pero, añadió, este año se hizo la oferta para comprar la parte de la petrolera extranjera y se cerró la operación con un costo de 596 millones de dólares.

Con esa operación, explicó AMLO desde uno de los salones de Palacio Nacional, ahora la refinería será propiedad total de Petróleos Mexicanos (Pemex) y su producción se destinará al abasto interno del país.

“En cuanto a la industria eléctrica vamos a impulsar. Este mes voy a enviar al Congreso una iniciativa de reforma constitucional que permitirá reparar el grave daño que causó la privatización al sector público y a la economía popular, pues mientras el mercado de esta industria se abrió para dar preferencia a empresas particulares nacionales y sobre todo extranjeras, con la entrega de subsidios, entre otras prebendas, las plantas de la Comisión Federal de Electricidad fueron complemente abandonadas”, acusó.

Además, el Jefe del Ejecutivo federal detalló que la meta es tener abasto público suficiente de energía eléctrica, que no haya apagones y evitar en los hechos que los consumidores domésticos paguen la luz con tarifas más elevadas que las corporaciones empresariales y las grandes cadenas comerciales.