Puebla, 8 Jun (Notimex).- Como cada jueves de Corpus Christi, los poblanos, en el centro de México, mantuvieron viva la tradición de la compra-venta de panzones y mulas, artesanías hechas a base de cartón, de goma o recientemente de cerámica.

En la zona de El Parián, las familias poblanas y paseantes acudieron a los puestos para admirar o comprar algunos de estos artículos alusivos a la fecha.

De acuerdo con los mismos expendedores colocados para la celebración del “Cuerpo de Cristo”, esta tradición tiene su origen en el siglo XVI y XVII cuando los entonces hacendados cargaban a sus bestias con la cosecha lograda en el año.

El 10 por ciento de la cosecha se entregaba a la Iglesia Católica, por lo que los hacendados, la mayoría de éstos españoles, portaban sus mejores trajes y de las haciendas bajaban a la Catedral de Puebla.

Los peones en tanto se concentraban en el templo para hacer reverencia cuando el sacerdote elevaba la hostia -el cuerpo de Cristo-, en ese momento uno de los hacendados incrédulos se negó a hacer la reverencia y a difamar, pero su sorpresa fue tan grande porque fue la mula la que se postró y ridiculizó a su amo.

Algunos cronistas refieren que desde entonces la gente del pueblo, para recordar el hecho, hizo uso de su ingenio y a partir de cada jueves de Corpus Christi elaboran mulas y panzones de cartón y goma, llenos de color y gestos exagerados.

De ahí también que a los hombres que son registrados con el nombre de Manuel, se les endilgue que son unas “mulas”.

En los puestos, donde también se pueden encontrar los tradicionales antojitos como chalupas, elotes, pelonas y molotes, se pueden adquirir alguna muñeca de cartón, también conocidas como “Lolas”.

De esta figura se dice que en una ocasión vino a Puebla una artista francesa que portaba un exagerado maquillaje en el rostro.

Otras leyendas refieren que se trata de la caricatura de Catalina de Urgel, una mujer cirquera que visitó la ciudad de Puebla. La fama que adquirió en esta ciudad, con sus malabares y bailes, fue tan grande que un artesano elaboró una muñeca inspirada en su figura.

Hoy se pueden encontrar muñecas de cabello corto, rubio o negro, con impresionantes labios rojos, en leotardo con muchas lentejuelas y escote en el pecho.

Estas artesanías se expenden en diversos tamaños y precios, algunos van desde los 15 pesos hasta los 350 pesos. Ahora también se pueden rotular con el nombre que el cliente prefiera ya que pueden regalarse como broma o recuerdo.

También se pueden adquirir los tradicionales juguetes mexicanos como carritos de madera, camioncitos, baleros, trompos, yoyos, canicas y muchos más.

EEMB.