Ciudad de México.- Los seres humanos son animales sociales por naturaleza; pues además de necesitar de otros para sobrevivir, el contacto entre individuos de su misma especie es esencial para su bienestar psicológico. Las relaciones sociales son particularmente importantes durante la juventud, pues éste es el periodo donde realmente se termina de conformar el carácter de una persona. Sin embargo, independientemente de la idea común que se tiene hoy en día, ser popular podría ser malo para la salud.

Esta es la tesis del estudio «Close Friendship Strength and Broader Peer Group Desirability as Differential Predictors of Adult Mental Health», publicado en el journal Child Development por los profesores y estudiantes de la Universidad de Virginia, Rachel K. Narr, Joseph P. Allen, Joseph S. Tan y Emily L. Loeb. En este documento, se recopilan los descubrimientos hechos al examinar a un grupo de 169 individuos en el transcurso de 10 años, con un enfoque en sus relaciones sociales y su salud mental.

Tras catalogar toda la información, Narr y sus colegas llegaron a la conclusión que los jóvenes con una fuerte relación de amistad entre los 15 y 16 años de edad, en lugar de un nutrido grupo de compañeros sin mucho contacto o cercanía, presentan un mayor sentido de auto-valor al cumplir los 25 años. Además, pueden combatir la depresión más fácilmente y resultan menos propensos a la ansiedad social.

Ser popular en la adolescencia, aunque parezca importante, puede ser dañino para los individuos a largo plazo

En anteriores investigaciones ya se había encontrado una correlación entre la calidad de las relaciones sociales de un individuo y el éxito de su vida personal y profesional. El éxito académico y la salud mental ya habían sido comprobadas como producto de amistades profundas durante el periodo de la adolescencia, pero el examen realizado por estos universitarios estadounidenses encontró que la relación en sí podría no ser el factor determinante a largo plazo.

Dentro de los 169 casos estudiados, muchos de los individuos con una fuerte amistad en la adolescencia en algún punto de su vida habían dejado de mantener contacto con la otra persona. Allen, profesor de la Universidad de Virginia, concluyó: «crear fuertes y cercanas amistades es probablemente una de las piezas más críticas de la experiencia social adolescente […] Ser admirado por muchas personas no puede reemplazar la creación de amistades profundas y enriquecedoras. Estas experiencias se quedan con nosotros, sin importar si la relación termina en el futuro».

Estas «herramientas sociales» podrían no ser tan fáciles de adquirir a través de las redes sociales, de acuerdo a lo concluido por la investigación. Los resultados se mantienen relativamente iguales en todas las situaciones, pues el grupo de estudio incluyó a individuos de múltiples estratos económicos y raciales; y en la gran mayoría de los casos se determinó que ser popular podría ser malo para la salud.