“Qué quieren las mamás: justicia”. “Qué quieren las víctimas de violencia feminicida: presentación con vida y castigo a los culpables”, fueron algunas de las consignas que se escucharon durante la marcha en la Ciudad de México con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.

Un grupo de mujeres, ya en el mitin frente a Palacio Nacional, donde reside el presidente Andrés Manuel López Obrador, expuso que la pandemia de Covid-19 provocó mayores afectaciones a este género en lo económico y laboral por despidos injustificados.

“México sigue siendo uno de los países más peligrosos para la vida de las mujeres”, se leía en una de las tantas cartulinas que portaba el contingente que partió del Monumento del Ángel de Independencia hacia el Zócalo capitalino.

“Por la impunidad 11 mujeres mueren al día, además de (que hay) miles de desaparecidas y víctimas de trata. En los asesinatos violentos de mujeres (las Fiscalías) no aplican los protocolos para que sean investigados como feminicidios, dejan libres a los feminicidas, la revictimización es una constante”, retumbó en el Zócalo capitalino la queja de una representante del colectivo 8M que utilizó un megáfono.

Reclamó que durante la pandemia, la administración de López Obrador no tuvo una visión de género, y el gobierno dejó a las mujeres con sus agresores.

“Alto a la violencia feminicida en México”, escribieron en una lona madres de víctimas de feminicidio y desaparecidas en el país.

En su oportunidad, María de la Luz Estrada, coordinadora general del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidios (OCNF), reclamó resultados para prevenir los feminicidios y brindar justicia para las víctimas.

“Hemos exigido resultados, sobre todo de los avances que han sido pocos, necesitamos que a este mecanismo (programa para prevenir, atender, erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres) las autoridades legislativas le pongan dientes para que sirva de alerta de género”,
expuso.

“No más violencia contra las mujeres, ni una más ni una más ni una asesinada más”, exigió también Aracely Osorio, mamá de Lesvy Berlín, joven asesinada dentro de las instalaciones de la UNAM en mayo de 2017.

A esta marcha se unieron dos contingentes. A las 15:00 horas colectivos, entre ellos el Bloque Negro, salieron del Monumento a la Revolución hacia la explanada del Zócalo y a las 16:00 horas partió otro desde el Ángel de la Independencia hacia el mismo punto.

Antes que arribara a la explanada del Zócalo el llamado Bloque Negro, un grupo de mujeres encapuchadas y vestidas de ese color, utilizó martillos para vandalizar señalizaciones de tránsito, negocios y romper algunos monumentos sobre Paseo de la Reforma; los pedazos de concreto que logró desprender los lanzó a las policías del grupo Atenea que custodiaron y cercaron la manifestación.

Las instalaciones del Metrobús de la Línea 7 las estaciones Hamburgo, Reforma, Colón y el Caballito fueron atacadas a martillazos. En el cruce de Reforma e Insurgentes manifestantes lograron quitarle a policías sus escudos, mismos que fueron quemados.

Frente a Palacio Nacional también se lanzaron petardos y los elementos de seguridad respondieron con extintores.