Por: Alejandro Echartea

 

Apenas tendrá 32 años de edad –en diciembre cumplirá los 33- pero el abandono y el olvido en el que permanece desde el momento de nacer lo han avejentado prematuramente y es que nació con tan mala estrella que desde su inauguración por el presidente municipal Jorge Bladimir Joch González en la administración 1978-1980 el Mercado Municipal o ‘Mercado de Abastos’ ha sido despreciado primero por los consumidores, luego por los comerciantes y finalmente por las autoridades.

El Mercado de Abastos es una obra del arquitecto Mario Castellanos Corona y fue construido en el barrio de la Central de Autobuses para desalojar a los comerciantes ambulantes de los alrededores del Mercado Argüelles y de la calle Hidalgo y trasladarlos a este lugar, no obstante, casi desde el primer día este proyecto cayó en el olvido ya que los compradores rechazaron asistir a este por ‘estar muy lejos’.

“Ahorita ya está solo, nada más los que estamos aquí por fuera somos los que quedamos porque allá adentro está bien abandonado”, resaltó el señor Benjamín Aguilar Garza quién tiene apenas 5 años con su local de frutas y verduras en el Mercado de Abastos.

“No le ponen atención, si uno quiere ampliarse pues no puede porque allá -adentro- todos los locales están ocupados por los ‘empresarios’”, indicó que a pesar de que la nave central del mercado luce abandonada los locatarios se resisten a dejar ir el espacio que por más de 30 años les pertenece.

Y es que aunque a primera vista parecieran abandonados los 80 locales de este mercado la verdad es que algunos comerciantes utilizan el espacio que les corresponde como almacén para sus negocios en otros lugares, ya sean ambulantes o establecidos.

“Nosotros que estamos aquí no podemos agarrar un local de allá adentro para guardar nuestra mercancía, nuestras cajas vacías, pero pues están ocupados”, resalta.

“Los dueños se han ido muriendo”, apunta por su lado doña Irma Hernández, locataria desde hace años de este lugar quien en un rápido recuento señala que de los 80 locales disponibles solamente quedan 6 en funcionamiento incluyendo su taller de costura, “la gente no se quiere venir por lo mismo de que no se vende”.

Un empleado de uno de los restaurantes de pescados y mariscos de este lugar menciona que desde que trabaja en este sitio ha visto que los locales del mercado solo sirven de almacén para otros negocios, “es una lástima que se desaproveche este lugar, mire nada más como está, todo sucio y abandonado, deberían de darle una manita de gato siquiera”.

El Mercado de Abastos cuenta con dos áreas, en la principal se encuentra la nave central con los 80 locales y la cual está rodeada de otros negocios como restaurantes, fruterías y tiendas de abarrotes; y la secundaria, que está ocupada por refaccionarias así como cuenta con un área verde la cual se encuentra abandonada y llena de basura.

El interior de la nave central es por demás deprimente, por el silencio y la quietud que imperan en este lugar se asemeja más a un panteón que a un centro comercial, el techo presenta graves daños y el escaso personal del Municipio no se da abasto para mantener en óptimas condiciones a este Mercado de Abastos, “nosotros aquí seguimos, a ver cuánto tiempo más aguantamos en este lugar, primero Dios”, concluye la costurera.