San Luis Río Colorado, Sonora.- Ya son seis días desde que Itzel Nohemí Quiroa Seratos desapareció. Su familia, angustiada, no deja de buscarla, junto a las autoridades y cientos de personas que se han unido en San Luis Río Colorado, Sonora, con el propósito de dar con su paradero. Hasta ahora no hay rastro ni pistas.

María Luisa Seratos, madre de la niña de siete años, narra que la pequeña desapareció el jueves 23 de mayo. Ella trabajaba y, cuando regresó a casa después de su jornada, alrededor de las 18:30 horas, una de sus hijas más pequeñas le contó que no veían a Itzel desde las 14:00 horas.

Como María Luisa trabaja desde la madrugada, la pequeña se quedaba ocasionalmente al cuidado del mayor de sus hijos, de 19 años, o de una vecina, encargada de llevarla a la escuela, pero ese día no tuvieron clases, por lo que la niña estuvo jugando con sus vecinitos al mediodía.

Fue uno de ellos quien le indicó a María Luisa que la niña se había ido “con una doña”.

“Ha sido muy desgastante, primero, por el dolor de que la niña no aparece”, dijo María Luisa. Hemos estado buscándola, mucha gente se ha unido para buscarla en el desierto, en el canal, afuera del valle… Mucha gente con sed, con hambre, batallando con sus hijos y así nos han apoyado”.

“Esa gente que no nos conoce y que se ha unido sólo por la causa de buscar a mi hija me dan la fuerza para seguir buscándola, sé que no estoy sola, porque no me ha dejado ni la autoridad ni la gente del pueblo”, dijo.

La madre y el padre de la niña, Miguel Ángel Quiroa, lideran la búsqueda casa por casa en la colonia Solidaridad, lugar donde desapareció, exactamente en la avenida Tuxpan C entre las calles 46 y 47; pero las pesquisas se han extendido a todos los rincones de la ciudad.

En ellas, participan la familia, grupos de rescate, distintos corporativos policiales, agrupaciones de la sociedad civil y ciudadanía en general, donde incluso, de acuerdo con los reportes de los medios de comunicación locales, se han empleado hasta canes rastreadores.

También se revisaron algunas cámaras de seguridad de los vecinos de la familia, sin embargo, la niña solo aparece en una de las imágenes jugando con sus amiguitas a las 13:00 horas. Después ya no aparece más.

De igual forma, además de la correspondiente denuncia, se emitió la Alerta Amber Sonora para intentar localizar a Itzel.

Con la difusión de su número de teléfono en las redes sociales, medios de comunicación y el ofrecimiento de una recompensa que ha hecho una agrupación civil de San Luis a cambio de información fidedigna sobre Itzel, la madre recibió intentos de extorsión telefónica.

“Es gente que nomás juega con el sentimiento de uno, gente cruel, diciendo cosas que no son”.

Itzel es delgada y mide 1.10 metros, aproximadamente. Es de tez morena clara, cara y mentón ovalados. Cabello color castaño oscuro ojos chicos de color café, cejas pobladas, frente estrecha, nariz recta, boca grande y de labios delgados.

Al momento de su desaparición, Itzel pudo vestir dos conjuntos de ropa diferentes: una blusa verde con un pantalón de mezclilla o un vestido con flores en colores rosa y negro.