Londres.- El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, refugiado desde 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, fue detenido este jueves por la policía británica después de que Quito le retirase el asilo diplomático.

Ecuador «soberanamente» dio por finalizado el asilo concedido hace casi siete años a Assange, anunció desde Quito el presidente Lenín Moreno.

«La policía metropolitana fue invitada a la embajada por el embajador (de Ecuador) después de la retirada del asilo por el gobierno ecuatoriano», había afirmado por antes la policía de Londres.

Assange, de 47 años, fue trasladado «a una comisaría del centro de Londres donde permanecerá hasta que comparezca ante un juez cuanto antes», agregó Scotland Yard en un comunicado.

Imágenes de televisión mostraron como agentes de la policía londinense sacaban a Assange, con larga barba blanca, arrastras del edificio de la embajada ecuatoriana, situada en el elegante barrio de Knightsbridge, donde había entrado en 2012 para escapar a una extradición a Suecia cuyas bases no prosperaron.

La plataforma de difusión de documentos secretos WikiLeaks llevaba días advirtiendo de que el presidente Moreno se disponía a retirar a Assange la protección diplomática que le dio hace casi siete años su predecesor Rafael Correa (2007-2017).

Y denunció inmediatamente la decisión de Quito como «ilegal» y «en violación del derecho internacional».

«Lenín Moreno, nefasto presidente del Ecuador, ha demostrado su miseria humana al mundo, entregando a Julián Assange —no solo asilado, sino también ciudadano ecuatoriano— a la policía británica», tuiteó por su parte Correa, que ahora vive asilado en Bélgica.

«Esto pone en riesgo la vida de Assange, y humilla al Ecuador. Día de luto mundial», agregó Correa, mientras Rusia acusaba a Reino Unido de «estrangular la libertad» con esta detención.

Temor a extradición a Estados Unidos

Assange se había refugiado en la embajada ecuatoriana de Londres el 19 de junio de 2012, donde pidió protección, para escapar a una orden de detención europea emitida por Suecia debido a acusaciones por presuntos delitos sexuales.

El experto informático afirmaba que todo se trataba de un plan de Estados Unidos para lograr extraditarlo y juzgarlo por la publicación en 2010 de cientos de miles de documentos secretos, militares y diplomáticos, que pusieron a Washington en un fuerte compromiso.

Los defensores de Assange temen que si es juzgado por traición o divulgación de secretos pueda ser condenado en Estados Unidos a la pena capital.

Correa aceptó este argumento y tras dos meses de encierro en la embajada le otorgó el asilo diplomático en agosto de 2012.

Los cargos contra el australiano en Suecia fueron finalmente archivados, pero hasta el día de hoy seguía pesando sobre él una orden de detención de las autoridades británicas por haber violado en aquella ocasión las condiciones de su libertad condicional.

Ecuador había calificado la semana pasada de «insultantes» afirmaciones de WikiLeaks según las cuales Quito tenía un acuerdo con Londres para expulsar a Assange.

Pero este lunes, el canciller ecuatoriano José Valencia precisó que su país resolvería «en su momento» si mantenía o retiraba su asilo.