(Agencias)

La Justicia egipcia anunció ayer una decisión sin precedentes que despertó un fuerte rechazo internacional. Más de 500 partidarios de los Hermanos Musulmanes fueron condenados a muerte por una serie de ataques contra edificios oficiales y el asesinato de un coronel en agosto pasado, tras el golpe militar que derrocó a Mohammed Morsi.

Aunque numerosos seguidores del depuesto presidente islamista han sido sentenciados a prisión desde el golpe militar del 3 de julio, hasta ayer no se habían emitido condenas a la pena capital.

El partido de los Hermanos Musulmanes, declarado grupo terrorista por las autoridades en diciembre pasado, denunció que la sentencia para 529 personas, de las cuales sólo 153 están detenidas y el resto prófugas, es «inhumana, una clara violación de todas las normas judiciales y un nuevo crimen del golpe militar».

El Tribunal Penal de Minia, al sur de El Cairo, ya remitió los expedientes de los condenados a muerte al muftí del país y máxima autoridad religiosa, Shauqi Alam, para que dé su dictamen -no vinculante- sobre el caso.

Una vez obtenida la opinión religiosa del muftí, el tribunal dictará el fallo el próximo 28 de abril, que según los expertos será el mismo día de la pena de muerte.

Siguiendo el procedimiento habitual en estas causas en Egipto, será entonces cuando los abogados de la defensa podrán apelar el fallo, una medida que la Hermandad ya anunció que tomará.

La corte, presidida por el juez Said Yusef, los encontró culpables de asaltar edificios gubernamentales en la provincia de Minia, matar a un coronel, intentar asesinar a otros dos responsables policiales, incendiar una comisaría y apoderarse de armas.

Estos ataques tuvieron lugar en protesta por el violento desalojo policial de las acampadas de los islamistas en El Cairo el pasado 14 de agosto, cuando murieron cientos de personas y se desató una ola de violencia en todo el país.

DUDAS Y RECHAZO

Esta masiva condena, adoptada en un tiempo récord en la segunda sesión del juicio, tan solo dos días después de su inicio, despierta serias dudas sobre el sistema judicial egipcio, según organizaciones como Amnistía Internacional (AI).

«Los tribunales egipcios actúan con rapidez para castigar a los seguidores de Mohamed Mursi, pero ignoran las violaciones graves de derechos humanos que cometen las fuerzas de seguridad», lamentó AI.

Hoy reaccionó la ONU, que afirmó que la Justicia egipcia violó el derecho internacional.

«El número de sentenciados no tiene precedentes en la historia reciente. La imposición de la pena de muerte en un juicio masivo repleto de irregularidades de procedimiento viola el derecho internacional», declaró el vocero del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville.

«No es posible que en un juicio como éste, realizado en apenas dos días, se hayan cumplido los requerimientos más básicos para un juicio justo», agregó.

Según la máxima instancia de derechos humanos de la ONU, tres cuartas partes de los acusados no participaron en el juicio, lo que impidió que ejercieran su derecho a la defensa, lo que tampoco pudieron hacer sus abogados, en el caso de los que contaban con uno.

Según la ONU, la pena de muerte sólo puede ser impuesta tras un proceso «que alcance los niveles más elevados de respeto de un juicio justo y del debido proceso», lo que en este caso visiblemente no ocurrió.

JUICIO A 700 ISLAMISTAS

El mismo tribunal de Menia postergó su veredicto sobre el juicio al líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, y a 682 de sus seguidores al próximo 28 de abril, informaron hoy medios egipcios.

O.D.