Para construir una vida saludable desde el nacimiento, la Secretaría de Salud recomienda la lactancia materna, ya que puede prevenir la mortalidad infantil y evitar la aparición de distintas enfermedades durante su desarrollo, además de resultar benéfica también para la madre, refirió Norberto Treviño García Manzo, titular de la dependencia.

Explicó que es de gran importancia que el recién nacido reciba leche materna durante al menos los primeros 6 meses de vida, pudiendo continuar hasta dos años si la madre y el niño lo desean. La leche materna es, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mejor alimento, porque contiene todos los nutrientes, vitaminas, minerales y líquidos que necesita, en las cantidades correctas y suficientes para que se desarrolle, crezca sano, fuerte y seguro.

Para garantizar que el recién nacido esté en posición correcta, es recomendable que la cara del bebé esté frente al pecho de la madre; su boca bien abierta, tomando la mayor parte de la areola, su abdomen frente al de la madre. Su cabecita debe estar en el doblez del brazo de la mamá y el brazo del bebé que queda abajo, debe ubicarse en la espalda de la madre.

Treviño García Manzo, destacó que existen distintas ventajas de la leche materna; en lo que respecta a la madre, se disminuye el riesgo de padecer diabetes, cáncer en los pechos y en los ovarios, hay menos hemorragia después del parto, la matriz o útero vuelve más rápido a su tamaño normal y ayuda a que la mujer recupere el peso y la figura que tenía antes del embarazo.

En cuanto al bebé, al ser alimentado con leche materna, se experimenta menor mortalidad, incluido el síndrome de muerte súbita, es protegido contra diarreas, gripes, infecciones respiratorias, dermatitis, alergias; presentan menos riesgo de padecer más adelante diabetes, obesidad, asma y leucemia, así también favorece su crecimiento, su desarrollo, mayor coeficiente intelectual y fortalece su confianza y seguridad.

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 arroja los siguientes datos:

La lactancia materna en México es de cerca de 10 meses.

Durante el periodo del 2006 al 2012, el porcentaje de lactancia materna exclusiva en menores de seis meses bajó de 22.3 a 14.5 por ciento.

Los niños menores de seis meses que consumen fórmula representan el 5 por ciento en todo el país.

Asimismo, indicó que se dio un incremento de niños que además de leche materna consumen innecesariamente agua, lo cual es negativo porque inhibe la producción láctea e incrementa de manera importante el riesgo de enfermedades gastrointestinales.

Finalmente, el secretario de Salud, Norberto Treviño, señaló que la dependencia a su cargo impulsa esta estrategia entre las madres, ya que de acuerdo a la encuesta, las mujeres que nunca dieron pecho a sus hijos mencionaron como razones causas que sugieren desconocimiento o poco apoyo, antes y alrededor del parto, para iniciar y establecer la lactancia.