“Hay una historia que escribimos todos: mi deber es registrarla”, dijo el profesor Antonio Alejandro Maldonado Guzmán el pasado 20 de junio. Ese día, el Ayuntamiento y la sociedad victorense le otorgaron un reconocimiento al cumplir 15 años ininterrumpidos ejerciendo como cronista de la ciudad, labor que inició en octubre de 1998. En la Universidad Autónoma de Tamaulipas recordamos la trayectoria de este ciudadano ejemplar fallecido recientemente, también orgullo universitario, pues cursó en la UAT la carrera de Derecho.

Nacido en Ciudad Victoria en 1942, luego de cursar la primaria en la escuela Juan B. Tijerina, a los 12 años ingresó a la Escuela Secundaria, Normal y Preparatoria, en el legendario edificio que hoy alberga la Casa del Arte. Joven lleno de energía, destacó en todos los deportes y formó parte del equipo de baloncesto que, al mando del profesor Eugenio Alvizo Porras, representó a Tamaulipas en innumerables competencias. Integrante de la última generación de normalistas formada en ese edificio, se recibió como profesor de educación primaria en 1960.

“El profe Tony”, como era conocido, solía decir que la docencia no fue su primera vocación; al igual que tres de sus hermanos, la abrazó porque “en los años cincuenta no había en Victoria más opciones profesionales que la Escuela Industrial, la Normal Rural de Tamatán y la Normal Urbana Federalizada”. Sin embargo, la práctica despertó en él un genuino amor a la enseñanza.

“La amo porque me dio bases muy sólidas para crecer profesionalmente”, decía quien se hizo profesor a los 18 años y trabajó durante casi una década en diversas escuelas primarias. Primero en el norte del estado y luego en su ciudad natal, donde, casado con la profesora María del Pilar Garza Ruiz, vio crecer a sus hijos: Antonio Rafael, Marisa del Pilar, Mirna Adriana, Mirtha Adriana y Mónica Lizzet.

Para Tony Maldonado la universidad tardó en llegar a Victoria. “Hacía falta una institución de educación superior”. Desde niño se había enamorado del lenguaje, de la palabra escrita, por eso, siendo ya profesor, durante los años de 1963 a 1968 viajó cada verano a la capital del país, a estudiar la Licenciatura en Pedagogía con especialidad en Lengua y Literatura Española en la Escuela Normal Superior de México. Quizá porque nunca es demasiado tarde, establecida la Universidad Autónoma de Tamaulipas cursaría en ella la licenciatura en Derecho en la generación 1983-1988.

Con el título de licenciado en Pedagogía, Antonio A. Maldonado Guzmán fue uno de los fundadores de la Promotora de Educación Superior de Tamaulipas A. C, que en septiembre de 1969 dio origen a la Escuela Normal Superior de Tamaulipas, además de impartir la materia de español en más de diez escuelas secundarias particulares y públicas, como la Secundaria 6 de Tamatán, de la que fue director de 1974 a 1980.

En 1980 regresó a la Benemérita Escuela Normal Federalizada de Tamaulipas, esta vez como director, ejerciendo ese cargo hasta 1989. Tras jubilarse, a principios de los años noventa inició su carrera de escritor, y para 1998 había publicado ya media docena de libros sobre la historia de su ciudad. En mayo de ese año falleció el cronista Vidal Efrén Covián Martínez, por lo que el Ayuntamiento emitió una convocatoria para seleccionar un sucesor, proceso del que resultaría electo el profe Tony para iniciar el 28 de octubre una admirable labor de recuperación, organización y difusión de la historia de la ciudad capital.