Durante la edad escolar se presenta en los menores el aumento espontáneo del apetito, y en la actualidad, la disminución de la actividad física, ante ello, el Gobierno de Egidio Torre Cantú emite recomendaciones a través de la Secretaría de Salud, para adquirir buenos hábitos alimentarios, prevenir la malnutrición (desnutrición u obesidad) y conseguir un crecimiento adecuado al evitar carencias nutricionales.

Norberto Treviño García Manzo, secretario de Salud, refirió que en la actualidad los niños tienden a llevar una dieta demasiado alta en azucares y grasas, mientras que es pobre en fibra, vitaminas y minerales, ya que se tiene un fácil acceso a la comida no nutritiva, frituras, golosinas y refrescos.

Indicó que los niños en esta etapa de su vida presionan para comer sólo lo que les gusta, y como ya están en edad de empezar a manejar dinero y comprar sus alimentos, se provoca que no tengan control sobre su alimentación, por lo que insistió en que es necesario cambiar estas costumbres para fortalecer la lucha contra la obesidad infantil.

Por esta razón, el titular de Salud da a conocer recomendaciones y consejos prácticos para mejorar la salud de los menores, como establecer horarios para consumir los alimentos más importantes: desayuno, comida y cena, así como sus respectivas colaciones. Enseñarles que el alimento más importante es el desayuno, ya que aporta los nutrientes necesarios para que tengan la energía que necesitarán para sus actividades.

Consumir frutas y verduras diariamente, carnes como: pollo sin piel, y pescado, por su alto contenido de proteína y menos aporte de grasas, así como lácteos, para el aporte de calcio que les permitirá desarrollar de manera óptima sus huesos. Se recomienda la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono complejos; arroz, cereales, harina de maíz, que reducen el consumo de azucares refinados, incluyendo los pastelillos.

Es indispensable utilizar agua para sustituir los jugos o bebidas gaseosas, responsables de aportar altas cantidades de azúcar, así como limitar el uso de café, evitar la ingesta de alimentos entre horas que no están establecidas, estimular al niño a que coma con normas de higiene adecuadas.

Propuso alentar la actividad física para el niño de manera divertida, fomentando que mantenga un peso saludable, con establecimiento de  un equilibrio entre el aporte  y el gasto energético.

Finalmente, de nueva cuenta invitó a la población a tener una alimentación saludable, por lo que expresó “es importante que si queremos cambiar hábitos en el niño, cambiemos nosotros con ellos. No podemos aconsejar el ejercicio o el consumo de fruta, mientras llevamos una vida sedentaria, o nosotros mismos no damos ejemplo con nuestra alimentación.”