Tampico, Tamaulipas.- Desde el inicio de su historia, hace 30 años, olía a futbol americano, en su casa era algo que se almorzaba, comía y cenaba por la actividad de su padre.

Imaginar que el hijo del coach de Zorros de la Facultad de Comercio Victoria, Baldomero Solano, finalizaría su carrera deportiva en un equipo profesional en Tamaulipas, era casi impensable.

Y es que el futbol americano en México nunca había tenido un equipo profesional en una Liga de Estados Unidos, como ahora lo tiene Tamaulipas con Lagartos.

Salomón Solano Salazar mejor conocido como “Triple S”, ha sido el único tamaulipeco que piso las esferas del profesional, empezó en la NFL Europa con el fuego de Alemania, siguió su camino en la máxima liga de Estados Unidos, la NFL, Leones de Detroit y Cuervos de Baltimore fueron los equipos donde tocó el cielo entre los más grandes del deporte de las tacleadas.

Pero todo inicio tiene su fin, la carrera profesional del tamaulipeco tenía despedida con los Lagartos, un equipo que forja su historia en una liga profesional del país de las barras y las estrellas, donde se juega el “football”.

Salomón decidió hacerlo en su tierra y con su gente, el partido era ante Timber Rattler de East Texas en la primera semana, luego regresaría a su realidad, ser coach en su ciudad natal, la capital tamaulipeca.

Salió y beso el suelo, sería la última vez que estuviera como jugador en el emparrillado, lo recorrió con la bandera de México como su capa, mientras brincaba y señalaba la grada, su familia estaba presente.

La noche como Lagarto empezaría, no sin que antes  sonaran los himnos, primero escuchó respetuoso el de Estados Unidos, después al borde de las lágrimas escuchó el de México.

Fue como capitán de su equipo, reconocimiento que se les hace a los mejores jugadores, ganó el volado y decidieron ir con la defensa.

Primera jugada y caía el touchdown de los Timber Rattlers, un pase profundo que el esquinero no pudo interceptar, él aguardaba en la banca para ayudar a su ofensiva.

Entró y en su primera jugada bloqueó con todas sus fuerzas, parecía que los gritos de aliento y su pequeño hijo le daban fuerzas desde la grada.

También entró en la defensa y en una tacleada conjunta hizo la primera captura de mariscal, como aquella que alguna vez le hizo a Tom Brady en pretemporada ante los Pats.

Salomón disfrutaba cada cuarto, su equipo apabullaba en el marcador.

Platicaba y hasta bailaba en los tiempos fuera, su mirada perdida por momentos en la grada.

En patada de punto extra mostró su talento como ofensivo, recuperó el bloqueo del defensivo al ovoide y anotaría la conversión, se paraba frente a los gritos extasiados de la gente.

El tiempo consumía los minutos, Lagartos no tuvo rival, era la perfecta despedida del que es considerado una leyenda tamaulipeca, el ex NFL.

El partido finalizó y el marcador 55-8 reflejaba la fiesta que había tenido en su despedida de los emparrillados, Salomón Solano terminó el partido y fue en busca de su hijo, besó y abrazo a su familia, agradeció a Dios junto al resto del equipo, dio entrevistas y aseguró “Si esta es la última, lo di todo”.