Aníbal Godoy, mediocampista de Panamá, reveló que en la Copa Oro 2015, cuando en la final el árbitro le marcó a México un penal a favor que jamás existió, el seleccionado mexicano Andrés Guardado le dijo que no podía fallar la pena máxima, como se lo habían pedido en muestra de «fair play», pues: «Yo boto el penalti y me matan a mi familia en México».

Todo ocurrió el 22 de julio de aquel año, cuando el Tri aprovechó una decisión polémica del central estadunidense Mark Geigger para vener 2-1 a la escuadra canalera en la semifinal y luego vencer 3-1 a Jamaica en la final.

Tras el silbatazo, toda La Marea Roja se lanzó contra el silbante, quien no cambió su decisión y marco la pena máxima. Andrés Guardado fue el encargado de ejecutar el castigo, mismo hizo bueno para el 1-1 que mandó el encuentro a tiempos extra.

El nazareno norteamericano volvió a pitar otro penalti a favor del Tri por otra falta dudosa, la cual aprovechó de nueva cuenta Guardado para darle la vuelta al marcador y así echar a los canaleros del certamen y llegar a la final.

Ahora, dos años más tarde, Godoy reveló que «El Principito», antes de cobrar el primer penal inexistente, tomó esférico y él se acercó a meterle presión para reconociera que no había sido penal y que mejor «lo botara (echara fuera)», en demostración de «fair play».

Pero eso no sucedió pues, según narró, Guardado le comentó entonces sorpresivamente: «Yo boto (fallo) el penalti y me matan a mi familia en México».

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